¿Cómo incentivar la motivación de los estudiantes?
La motivación es un aspecto fundamental en el proceso de aprendizaje, pues es el punto de inicio para que los estudiantes puedan abrir sus mentes hacia nuevos conocimientos. Entonces, ¿cómo despertarla?
Un alumno desmotivado no escucha, no se esfuerza, pierde interés y por ende, tiene dificultades a la hora de aprender. Pensando en esto, comparto estos cinco pasos claves para motivar a los alumnos y despertar en ellos las ganas de aprender, un desafío que los grandes profesores enfrentan a diario.
- Busca lo que les apasiona
Puede ser un tema en concreto, un método de aprendizaje, un espacio de trabajo. Se trata de buscar aquello que encienda la chispa de la motivación, algo que llame su atención y despierte el interés por aprender. Escucha y conoce a tus alumnos para descubrir su pasión y ayudarles también a ellos a reconocerla. Una buena herramienta es la aplicación de la teoría de las inteligencias múltiples en el aula, que permite poner en prácticas estrategias didácticas diferenciadas.
- Plantea el aprendizaje como un descubrimiento
Animar a los alumnos a que participen, crear expectativas con una meta atractiva e implicarles en el proceso de aprendizaje es clave para motivarles. El trabajo por proyectos, por ejemplo, es una estupenda opción y, además, al colaborar e investigar en equipo con otros alumnos, puede contribuir a aumentar su motivación. La iniciativa 20-Time, que propone a los estudiantes dedicar un 20 por ciento del horario escolar a sus propios proyectos personales, también es una idea muy interesante.
- Enfoca el contenido desde la práctica
Siempre que sea posible, relaciona el aprendizaje con la realidad cercana de tus estudiantes, de modo que sean capaces de ver la utilidad de aquello que están aprendiendo. Así es mucho más fácil que se impliquen y se interesen, y afianzarán lo aprendido de manera mucho más eficaz. Por ejemplo, repasa química con experimentos cotidianos, enseña física en el parque de atracciones o muestra el lado más divertido y práctico de las matemáticas con retos y enigmas de la vida cotidiana.
- Utiliza las TIC
Tus alumnos son nativos digitales y las TIC llaman su atención de forma natural. Puedes aprovechar este interés y apoyarte en las nuevas tecnologías para presentar los temas en el aula, completar los contenidos o trabajarlos de una forma diferente. Pero, sobre todo, anima a tus alumnos a utilizarlas para aprender: documentarse, practicar lo aprendido, ampliar conocimientos, llevar a cabo proyectos y experiencias. Existen multitud de recursos para todas las asignaturas y temas, e ideas para usar en clase las nuevas tecnologías; desde las redes sociales hasta los videos de YouTube, que pueden ayudarte a sacar todo el partido educativo a las TIC.
- Práctica el refuerzo positivo
Un niño desmotivado puede estar también desilusionado y desanimado porque le resulta difícil mantener el ritmo de la clase, no mejora sus calificaciones o no resuelve bien los trabajos de clase. Puedes contribuir a romper ese círculo vicioso de desmotivación-fracaso mediante el refuerzo positivo y el apoyo a conductas o actitudes positivas, para valorar más el proceso que los resultados. De este modo estarás animando a tus alumnos a seguir intentándolo, aprender de los fracasos y buscar soluciones sin rendirse. Reconoce el trabajo de aquellos alumnos a los que les cuesta más avanzar y premia el esfuerzo.
La mayor parte de los alumnos tienen años de experiencia en clases en las que se les ha obligado a estar sentados, callados, escuchando. Para ellos el profesor era la fuente del conocimiento, de manera que el aprendizaje era algo que se inyectaba mágicamente en algún momento sin la participación de su conciencia.
La realidad indica que lo importante no es la enseñanza, sino lo que los alumnos aprenden. La calidad del aprendizaje está relacionada directamente, aunque no de manera exclusiva, con la calidad de la enseñanza. Una de las mejores maneras de mejorar el aprendizaje es mejorar la enseñanza.